En Publi-qui Arzúa llevamos años ayudando a empresas a personalizar merchandising que funcione de verdad. Una de las dudas más comunes que nos plantean es: ¿qué técnica conviene más, la serigrafía o la tampografía?. La elección no siempre es sencilla, pero conociendo las diferencias es fácil evitar errores y ahorrar costes innecesarios.
Serigrafía: ideal para superficies amplias y planas
¿Qué es la serigrafía?
La serigrafía utiliza una malla para transferir tinta sobre superficies planas. El resultado es duradero, nítido y con colores intensos que llaman la atención.
¿Cuándo usarla?
- Textiles como camisetas, bolsas de tela o mochilas.
- Papelería corporativa: carpetas, libretas, sobres grandes.
- Soportes para eventos: banderolas y cartelería promocional.
Si lo que buscas es impacto visual y un logo que se vea con claridad en superficies grandes, la serigrafía es la mejor elección.
Tampografía: pensada para objetos pequeños y curvos
¿Qué es la tampografía?
La tampografía emplea un tampón de silicona que se adapta a superficies curvas o irregulares, transfiriendo la tinta con precisión.
¿Cuándo funciona mejor?
- Bolígrafos, lápices y pequeños gadgets.
- Tazas, vasos y botellas promocionales.
- Llaveros o artículos de regalo más reducidos.
Cuando necesitas marcar objetos pequeños y prácticos que acompañen a tu cliente en su día a día, la tampografía es la técnica más adecuada.
Consejos prácticos desde nuestra experiencia
Errores comunes que conviene evitar
Uno de los fallos más habituales es intentar serigrafiar bolígrafos: la superficie no lo permite y el coste final no compensa. Lo mismo sucede al usar tampografía en camisetas: el resultado es pobre y nada duradero.
Lo que recomendamos
Cada técnica tiene su lugar. Antes de invertir, conviene analizar bien el tipo de producto, el público objetivo y la durabilidad que necesitas. Así se evitan pérdidas y se asegura un merchandising rentable.
Consulta siempre con profesionales para que la técnica se ajuste al objeto que elijas y no al revés.
La importancia de elegir productos de calidad
¿Qué ocurre si el objeto falla?
Un bolígrafo que no escribe o una taza que se estropea rápido pueden dañar la imagen de tu marca más que cualquier campaña mal diseñada. En merchandising, el producto es tan importante como el logotipo.
Nuestra recomendación
Piensa en el uso real que tendrá el objeto: un producto práctico se convierte en publicidad diaria. Y recuerda que es mejor invertir en menos unidades de calidad que en grandes cantidades de artículos poco útiles.



